Al igual que un niño agita un regalo sin abrir en un intento por descubrir su contenido, así el hombre debe escuchar las vibraciones de nuestra Tierra en un intento por descubrir su contenido. Esto se lleva a cabo a través de la sismología, que se ha convertido en el principal método empleado en el estudio del interior de la Tierra. Seísmos es una palabra de origen griego que significa choque; similar a terremoto, agitamiento o movimiento violento. La sismología se encarga del estudio de las vibraciones que se producen durante los terremotos, los impactos de meteoritos, o por medios artificiales como una explosión. En estas ocasiones, se emplea un sismógrafo para medir y registrar los movimientos y vibraciones que se producen dentro y en la superficie de la Tierra.
Las discontinuidades sísmicas han permitido dividir el interior de la Tierra en núcleo interno, núcleo externo, manto inferior, manto superior y corteza (oceánica y continental).
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